Y con él llegó la censura

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Empiezo por la conclusión, pues Federico la resume perfectamente en una frase: «Que no se escuden en Belén Esteban para reprimir a los medios hostiles«.

Jauregui ha cargado contra la «banalización» del espacio público en algunos medios de comunicación. Según ha afirmado, los medios tienen una responsabilidad como «portadores de la información y configuradores del debate público». El ministro se ha mostrado «preocupado» por la «banalización del espacio público» con la presentación de «personajes de escaso mérito como modelos sociales» y la «entronización de falsos valores que atentan contra los verdaderos principios de la democracia».

El partido de Zapatero, Leyre y Bibiana se muestra preocupado por la banalización del espacio público y la presentación de personajes de escaso mérito como modelos sociales… ¡toma del frasco, Carrasco! Hablando de personajes de escaso mérito, ¿acaso es más grave lo que hace Belén Esteban que lo que hace Zapatero?

Y cuando habla de la entronización de falsos valores, lo dice un miembro del PSOE, el partido de los GAL, el de Filesa, el que mantiene a personas condenadas en firme por maltratar a su mujer en su cargo. Éste es el partido que nos habla de los falsos valores y de los verdaderos principios de la democracia. ¡Pero qué desvergüenza!

Añade este señor que no debemos asustarnos, que órganos como ése los hay en toda Europa y no pasa nada. Claro y como no tenemos memoria no recordamos cómo se ha empleado el CAC en Cataluña para tratar de cerrar los medios de comunicación no nazionalistas. Y tampoco recordamos el precedente de la multa del ministerio de industria a Intereconomía, que marca perfectamente la arbitrariedad con la que los socialistas usarán cualquier medio a su alcance para silenciar a los medios de comunicación que no les bailen el agua.

Dice este señor que se quieren evitar los «climas de crispación». Por un lado tenemos el problema práctico de quién determinará qué es lo que «crispa», pero por otro tenemos uno más de fondo que es que lo que debe primar es la libertad, en este caso la de expresión. Y al que le moleste la libertad de expresión, que claramente es el PSOE, que se lo haga ver. El PSOE, el partido del «nos conviene que haya tensión«, dice estar preocupado por la «crispación». La cantinela de la «crispación» es la que usan los fascistas que aspiran a impedir que se pueda opinar libremente.

Enlace:

La tertulia de Federico. Análisis de la nueva ley de censura (descargar).

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